POR UNA YPF 100% ESTATAL
CON CONTROL DE LOS
TRABAJADORES Y EL PUEBLO
El anuncio de la expropiación del 51% de Repsol-YPF es un paso positivo. Vamos por una YPF 100% estatal, sin indemnizaciones a los saqueadores, sin ninguna participación de empresas privadas y monopolios extranjeros, y con control de los trabajadores y el pueblo.
Nuestro país hoy se encuentra con una profunda crisis energética, producto de años de saqueo imperialista de nuestros recursos, de nuestro petróleo y nuestro gas. Así llegamos al absurdo de tener que importar combustibles desde el 2007, por un valor que este año llegará a los 11.000 millones de dólares. Como siempre, mientras los monopolios imperialistas como Repsol y algunos empresarios amigos del Gobierno como Eskenazi se llenaron los bolsillos, los perjudicados por esta situación somos los sectores populares.
Esto es una expresión más de las consecuencias de la política de entrega que impuso a sangre y fuego la Dictadura y que se profundizó en los 90. El Gobierno Nacional en estos años consolidó un modelo agro-minero exportador que mantuvo la entrega de nuestros recursos naturales, atándonos a las grandes potencias.
Somos muchos los que desde hace años venimos luchando por la recuperación de nuestros recursos naturales y en particular por la estatización del petróleo y el gas. En ese sentido, es un paso positivo el anuncio del Gobierno de que se va a impulsar la declaración del petróleo como un recurso “de utilidad pública” y expropiar el 51% de las acciones de Repsol.
Repsol ya anunció “medidas legales” y exige 10.000 millones de dólares de indemnización. El propio Rajoy del Gobierno español, que ya se había comprometido a “defender los intereses de Repsol como propios”, ahora anuncia “represalias”. ¿No era que con la “globalización” ahora las multinacionales ya no tenían nación ni Estado? Y hasta Hillary Clinton del Gobierno norteamericano salió a defender el libre mercado y exigir explicaciones a la Argentina. Las potencias imperialistas se alinean en defensa del saqueo que realizan sus capitales en los países dependientes. Macri ya salió a decir que la medida “es en contra de los intereses de los argentinos y dentro de un año vamos a estar peor”, haciéndose eco del mismo discurso privatizador de los 90.
Por otro lado, no se puede dejar de señalar que los mismos que ahora anuncian estas medidas son los que en los 90 apoyaron la privatización de YPF y los que hicieron entrar a Eskenazi al negocio petrolero planteándolo como una “argentinización”, los que crearon Enarsa como una cáscara vacía y durante todos estos años permitieron el saqueo de nuestro gas y nuestro petróleo hasta llegar a la grave situación actual.
Sobre el anuncio en particular, hay que decir que se garantiza el carácter de YPF como “sociedad anónima” en vez de transformarla en una empresa estatal, con control de los trabajadores y el pueblo. Al mismo tiempo plantea “uniones” y “acuerdos” con “empresas públicas, privadas o mixtas, nacionales y extranjeras”, lo que abre las puertas para una nueva “argentinización” en manos de capitales amigos o nuevas inversiones extranjeras. En el mismo sentido, se establece una indemnización para Repsol, a pesar de haber vaciado YPF, saqueado nuestros recursos e incumplido los contratos, y el Grupo Eskenazi conservará sus acciones a pesar de haber sido cómplice del saqueo todos estos años. A su vez, YPF hoy solo controla el 35% del petróleo del país, por lo que para conseguir una soberanía energética es necesario controlar todo el petróleo. Por otro lado, en ningún lado se garantizan los puestos y las condiciones de trabajo de los obreros petroleros.
Para las fuerzas populares, de los trabajadores y estudiantiles, es momento de profundizar la campaña por la recuperación de la soberanía energética de nuestro país, exigiendo una YPF 100% estatal, sin indemnizaciones a los saqueadores, sin ninguna participación de empresas privadas y monopolios extranjeros, y con control de los trabajadores y el pueblo. Y hay que exigir la expropiación de los demás monopolios que operan en el sector energético, como PanAmerican, Chevron, Total, Petrobrás y la British Petroleum. Hay buenas condiciones. La lucha por la recuperación de nuestros recursos es parte de la lucha por la liberación nacional y social, como la lucha contra el saqueo y la contaminación de las megamineras, como la lucha por la recuperación de las Islas Malvinas. Desde el movimiento estudiantil aportaremos todas nuestras fuerzas a esta lucha.
UBA / Terciarios / IUNA