NO A LOS DESPIDOS
EN TERRABUSI-KRAFT
El martes 18 de agosto la
empresa norteamericana Terrabusi-Kraft despidió a 160 trabajadores de la planta
de General Pacheco, incluidos miembros de la Comisión Interna
y Delegados de sección.
Durante el mes de julio de
este año los trabajadores tomaron en sus manos la emergencia sanitaria por la Gripe A , ante la desidia
de la empresa, que no tomó medida alguna. Con movilizaciones, paros y tomas de
las puertas exigieron que se tomen las medidas de higiene necesarias y se de
asueto al personal, entre el que ya se contaban varios casos de Gripe A. Ahora
la empresa imperialista acusa a los despedidos de haber protagonizado hechos de
violencia y de “privación ilegítima de la libertad” y pide el desafuero de toda
la Comisión Interna.
Frente a los despidos, los
trabajadores, discutiendo en las secciones y en asambleas generales, decidieron
el paro y la ocupación de la planta, haciendo entrar a todos los despedidos. La
contundente respuesta de los trabajadores obligó que hasta Daer y Moyano tengan
que reconocer la lucha.
A la noche del mismo martes
18 el Ministerio de Trabajo y el Sindicato de la Alimentación firmaron
la conciliación obligatoria, pero no fue acatada por la empresa, que intentó
que dejar afuera los despedidos, pero los trabajadores los hicieron entrar
igual pasando por arriba de las vallas. La empresa yanqui no quiere dar el
brazo a torcer. El paro sigue y los trabajadores se mantienen en asamblea
permanente reclamando que no haya ni un solo despido.
Terrabusi-Kraft
es un monopolio norteamericano que se dedica principalmente a la producción de
galletitas y alfajores, y en su planta de General Pacheco trabajan 2.7000
personas. Durante estos años de Gobierno kirchnerista Terrabusi embolsó enormes
ganancias, a costa de la super-explotación y flexibilización de sus
trabajadores.
Con la política del Gobierno
K somos los trabajadores y los sectores populares los que estamos pagando los
platos rotos de la crisis económica internacional. Los despidos en Terrabusi se
suman a los despidos y suspensiones en General Motors, Paraná Metal, Mahle,
Massuh, Indugraf, etc. que fueron enfrentados por sus trabajadores. Como dice
una declaración de la
Comisión Interna de Terrabusi del 6 de febrero: “Ahora ante el inicio de esta tremenda crisis
económica que estalló, buscan descargarla sobre las espaldas de los
trabajadores. […] Los trabajadores de Terrabusi no estamos dispuestos a ser el
pato de la boda. No podemos encima quedar en la calle y pasar a engrosar la
lista de millones de argentinos que están desocupados”.
A
su vez, los despidos en Terrabusi son expresión de la política del imperialismo
norteamericano, que descarga la crisis sobre los países dependientes como el
nuestro, al mismo tiempo que aumenta su ofensiva sobre América Latina con el
Golpe de Estado en Honduras y la instalación de las bases militares en
Colombia.
No
es el primer ataque contra los trabajadores de Terrabusi y su Comisión Interna.
En abril de este año se logró un muy importante triunfo al conseguir la
absolución de Ramón Bogado, coordinador de la Comisión Interna.
Había sido enjuiciado por un corte de la Panamericana en el
2007 (en el que participaron 1.200 trabajdores) en el marco de una lucha por
aumento salarial, por la efectivización de los trabajadores contratados y por
las categorías. La movilización y la gran solidaridad popular lograron frenar
este juicio.
La Comisión Interna de Terrabusi es
una Comisión Interna recuperada por los trabajadores, que en estos años ha
protagonizado grandes luchas: por aumento salarial, rompiendo los topes
salariales pactados entre el Gobierno y la CGT ; logrando la efectivización de los
contratados, consiguiendo un jardín maternal (es la única multinacional que
tiene uno), etc. Y el año pasado los trabajadores de Terrabusi dieron un
importante paso en la profundización de la democracia obrera, logrando la
elección de Delegados de sección, al margen de la dirección del Gremio (Daer),
contra la voluntad de la empresa y sin el consentimiento del Ministerio de
Trabajo.
Es necesaria la más amplia
solidaridad con los trabajadores de Terrabusi. La unidad obrera, estudiantil y
popular es la única garantía para que la crisis no la pague el pueblo. ¡Ni un
solo despido en Terrabusi!
La CORRIENTE