Nueva Hora de Terrabusi
Boletín Nº 31 de las trabajadoras y trabajadores de
Terrabusi,
18 de octubre de 2009
UN PASO ADELANTE
La lucha de los 2.700 trabajadores
de Terrabusi-Kraft ya entró por la puerta grande a la historia del movimiento
obrero argentino.
En estos 60 días demostramos que
esta empresa norteamericana no nos iba a doblegar en sus planes de despedir 750
compañeros, eliminar el turno noche, aplicar las 12 horas, y liquidar
conquistas en las categorías y condiciones de trabajo. Para ese objetivo
querían barrer con la
Comisión Interna y Cuerpo de Delegados e imponer una
disciplina “carcelaria”.
Los 162 despidos del 18 de agosto,
el pedido de desafuero de la Comisión Interna y el despido de la mayoría del
cuerpo de delegados fueron la punta de lanza de este nefasto plan de Kraft.
Pero el conjunto de los
trabajadores, encabezados por la Comisión Interna y el Cuerpo de Delegados le
dijimos ¡NO! y enfrentamos el ajuste. Durante 38 días mantuvimos el paro en la
planta, con los despedidos adentro, y realizamos varias marchas y cortes de
Panamericana. Sufrimos la brutal represión de la policía y el desalojo, y ni
así pudieron detener esta pelea en defensa de los puestos de trabajo.
La firmeza del conjunto de
trabajadoras y trabajadores dejó en claro los verdaderos planes de la Kraft , desnudó de qué lado
estaba el gobierno nacional, y el lamentable papel de la dirección del STIA. Es
una lucha que se ganó la solidaridad de la mayoría de nuestro pueblo, expresado
en decenas de marchas, cortes de ruta, actos, dinero, alimentos y un
extraordinario apoyo popular y de nuestros familiares, que permanentemente
estuvieron con nosotros.
Sobre la base que el conflicto de
Kraft puso al país al borde del estallido social, como se vio el lunes 28 de
septiembre, pudimos aprovechar que los de “arriba” estaban muy divididos y el
gobierno kirchnerista estaba embarcado en la “madre de todas las
batallas” con la Ley
de Medios.
La Kraft , Daer y el Gobierno nacional quedaron muy
mal parados y nuestra lucha se prestigió, ganando una inmensa simpatía de todo
el pueblo.
Así llegamos a la negociación en el
Ministerio de Trabajo. Conquistamos el ingreso de la Interna , la
reincorporación de los primeros 30 compañeros, la salida de una parte de la
policía, el cobro de los salarios caídos de todos los compañeros de adentro y
el sobreseimiento de Hermosilla.
La empresa debió aceptar por
escrito los objetivos de su plan de despidos y “aprietes”. Pero siguió
“embarrando la cancha” negándose a entregar la lista de los 40 compañeros a
reincorporar y mezclando despedidos y suspendidos. La empresa,
provocativamente, se negó a entregar la lista de los 20 compañeros que se había
comprometido a reincorporar el 6 de octubre y maniobró mezclando en dicha
lista compañeros despedidos y suspendidos.
La Comisión Interna
pidió un cuarto intermedio para poner el acta de la negociación a consideración
de los compañeros despedidos, suspendidos y del conjunto de los trabajadores en
asambleas de turno.
El acta plantea en su primer punto
el compromiso de la empresa a no producir despidos, mantener las condiciones
laborales y los turnos actuales.
Además, se concreta la
reincorporación de 40 compañeros (28 suspendidos y 12 despedidos), lo que
significa un total de 70 compañeros reincorporados desde el comienzo del
conflicto.
Se plantea además que se inicia un
proceso de revisión individual de los 52 compañeros aún no reincorporados con
la participación del Ministerio de Trabajo de Provincia de Buenos Aires, y los
abogados de la
Comisión Interna. Los 8 suspendidos restantes con un trámite
en el Ministerio de Trabajo volverían a trabajar. Se reconoce a la actual
Comisión Interna hasta que se realicen nuevas elecciones.
Las dos asambleas realizadas en la
planta (turno mañana y tarde) dieron mandato para firmar el acta, tratando de
mejorar el acuerdo sobre la base de diferenciar los suspendidos con los
despedidos. Esto último no fue posible.
La empresa maniobraba “corriendo el
arco” para pudrir la negociación culpando a la Comisión Interna
como intransigente y poder así volver a la carga con su plan inicial.
Dijo la abogada de la Kraft , Ana María Coza, en
el pedido de desafuero a Ramón Bogado, más de un mes antes de producir los
despidos: “La empresa ya daba comienzo a medidas de intimación y eventualmente
despidos de trabajadores en número cercano a 750” . La existencia de este
plan fue confirmada públicamente por el Ministro Tomada.
Ejemplo de esto fue que
el mismo viernes 16 por la mañana prolongó las suspensiones por 15 días. Estos
compañeros, de no haberse firmado el acta, hubieran quedado en calidad de
despedidos porque sumarían más de 30 días de suspensión.
Con la firma del acta del 16 de
octubre, frenamos esta maniobra, y estamos en mejores condiciones para seguir
la pelea por la reincorporación de todos los compañeros. Por eso no haber
firmado, es equivocado, como reconoció autocríticamente el compañero Ramón
Bogado.
Lo que nos permitió que éste
conflicto tuviera la dimensión que tiene, y cerráramos esta primera etapa con
un paso adelante, es la unidad entre los despedidos y los no despedidos, esto
es lo que más le dolió a la empresa en estos 60 días. Y mantener esta unidad es
lo que nos va a permitir obtener nuevos triunfos en esta lucha.
No estamos de acuerdo con lo que dijo el
compañero Hermosilla “Me cago en los de adentro. Acá dirigen los de afuera”.
Eso es una línea de derrota como se demostró en los conflictos de Maffisa,
Casino, Jabón Federal, Dana, FATE, entre otros.
Creer que una lucha tan dura como
esta, enfrentando a semejante monopolio, el primer monopolio de la alimentación
de los Estados Unidos (y segundo a nivel mundial), a la dirección del sindicato
y al gobierno nacional, se gana con unos pocos que gritan mucho, es hacerle el
juego a la patronal, que siempre quiso separar los de adentro con los de
afuera. Y es despreciar a los compañeros que pararon la empresa 38 días,
protegieron a los despedidos echando del comedor a la policía dos veces, como
hicieron los del turno mañana; rodearon el edificio de la gerencia como los del
turno tarde durante la gripe A; o los cortes de la Panamericana con
compañeros de los tres turnos, con un esfuerzo importante de los del turno noche.
Porque acá no hay un turno más combativo que otro.
Esta lucha sólo la podemos ganar si
la protagonizamos juntos los despedidos y suspendidos y los compañeros que
continúan trabajando.
Llamamos al conjunto de las
compañeras y compañeros de Terrabusi a enfrentar la campaña de la patronal y de
Daer, mintiendo sobre el acta y sembrando intrigas con el objetivo de
descalificar y dividir a la
Comisión Interna sobre la base de las diferencias que hubo.
Ahora toda la
Comisión Interna debe cerrar filas asumiendo el mandato de la
mayoría de la fábrica basado en las distintas asambleas.
A partir del viernes 16 comienza
una nueva etapa en esta lucha.
Proponemos que el conjunto de los
compañeros nos reunamos en asambleas de los turnos para debatir lo hecho hasta
ahora, y los pasos a seguir.
Proponemos una masiva colecta de
los 2.700 trabajadores, para sostener económicamente a nuestros 53 compañeros
despedidos que aún no han ingresado a la planta.
Proponemos acciones dentro y fuera
de la planta para el día que sean citados los compañeros despedidos al
Ministerio de Trabajo de la
Provincia de Buenos Aires.
¡Viva la lucha de los 2700
trabajadores de Terrabusi-Kraft!
¡Todos adentro!