viernes, 11 de marzo de 2011

Boletín Inscripciones: 1er cuatrimestre 2011






EDITORIAL

El año lectivo vuelve a empezar. Algunos con más entusiasmo, otros con menos, con la expectativa de un nuevo comienzo o el hastío de lo reiterativo. Lo cierto es que, con libreta en mano, intentando hermanar horarios imposibles, hacemos la fila, nos anotamos en las materias y esperamos lo que vendrá. Para algunos ese final al que todavía no sabés si llegás, para todos la semana de teóricos y nuevamente la falta de sillas, las aulas superpobladas. En fin, un año más en Filo.

Este año tiene una particularidad. Las elecciones nacionales que se avecinan ponen sobre la mesa la discusión de cuál es el modelo de país que necesita el pueblo argentino.

Nos quieren hacer creer que sólo existen dos opciones, dos únicos modelos viables: uno, impulsado por el gobierno nacional y otro, impulsado por la derecha.

A los personajes de la derecha ya los conocemos desde hace tiempo, ya que se encuentran vinculados a los años más oscuros de nuestra historia. Y sabemos que para el pueblo sólo tienen palos, hambre y ajuste.

Por su parte, el gobierno nacional ha usado a su favor el odio profundo de amplios sectores populares hacia estos otros sectores de las clases dominantes, al tiempo que ha hecho concesiones a la lucha popular en el terreno democrático y social.

Pero, simultáneamente, mientras forcejea con el imperialismo yanqui le abre paso a uno nuevo que empieza a pisar fuerte en el país: el imperialismo chino. Así, en estos años se ha profundizado un rumbo primario-exportador con China como el principal comprador de nuestros productos agrícolas. El actual "modelo productivo" rural lejos de combatir las grandes estructuras latifundistas y la creciente extranjerización de la tierra, ha reforzado su continuidad de la mano del ascendente peso de los pooles de siempre con la soja como cultivo preferencial.

Al mismo tiempo, el gobierno ha pagado puntualmente la deuda externa, ilegítima y fraudulenta. Ha profundizado la entrega de resortes claves de nuestra soberanía, como con el petróleo, extendiendo el contrato de explotación del yacimiento de Cerro Dragón, hasta el 2047 con la Pan American Energy. O como con la minería, siendo principal impulsor de la explotación minera a cielo abierto (como es el caso de la Mina La Alumbrera) que no sólo se llevan ganancias enormes sino que además lo hacen a bajísimos impuestos. Así, se sigue afianzando nuestra dependencia al imperialismo.

Las consecuencias de estas políticas de entrega, saqueo y extranjerización de nuestros recursos ha conducido a que miles de personas en la Argentina no tengan hoy resueltas las condiciones de vivienda y trabajo. Así se rebeló en las tomas de terrenos del Parque Indoamericano en Villa Soldati, donde se puso en evidencia la profunda necesidad de vivienda y tierra para millones de personas de los sectores populares y la magnitud del negocio inmobiliario.

Al mismo tiempo, la represión de la comunidad La Primavera en Formosa, con los asesinatos de los originarios 'Qom Roberto López (perteneciente a la CCC) y Mario López, mostró la impunidad con que los terratenientes y monopolios, junto con los gobiernos provinciales, reprimen la sed de tierra de nuestro pueblo. El problema de la tierra y la vivienda en la Argentina está en el centro de la escena. 

El asesinato de Mariano Ferreyra en manos de la patota de los jerarcas sindicales de la Unión Ferroviaria, como Pedraza o el "Gallego" Fernández, en la zona que dejó liberada la Policía Federal, destapó además de la indignación contra la represión y la impunidad, una caldera de luchas contra la precarización laboral, la tercerización, la explotación, el trabajo en negro, que en la Argentina de hoy siguen siendo moneda corriente. 

Es en este sentido que entendemos que estos dos modelos - que nos presentan como los únicos posibles - no sirven para romper con los lazos que nos atan a los distintos imperialismos y nos condenan a seguir siendo un país dependiente. 


HAGAMOS POSIBLE LO NECESARIO

Para romper con la falsa polaridad, para destruir el modelo agro-minero-exportador, para terminar con la dependencia, es necesario reagrupar organizativa y políticamente a las fuerzas populares y antiimperialistas que venimos confluyendo en las luchas. Es necesario que la clase obrera, los campesinos pobres, los estudiantes y los demás sectores populares nos unamos en torno a un programa que nos permita impedir que la crisis se siga descargando sobre nuestro pueblo y, así, avanzar en el camino de la liberación nacional y social que conquiste una verdadera y definitiva independencia.


¿POR QUÉ UNIVERSIDAD LUCHAMOS?

La Ley de Educación Superior (LES), implementada durante el menemismo, plantea una universidad con el objetivo de generar profesionales al servicio de las empresas y los monopolios extranjeros; una Universidad acorde a un país dependiente. El organismo central de esta política es la CoNEAU (Comisión Nacional Educativa de Acreditación Universitaria). Esta comisión es la encargada de acreditar las carreras universitarias según los lineamientos de la LES y el Banco Mundial.

Así, aunque nos habla de romper con el modelo neoliberal, este gobierno mantiene vigente la LES menemista, e incluso se han acreditado más carreras en estos últimos 8 años que durante toda la década del '90. Pero, al mismo tiempo, tenemos importantes experiencias de lucha, como las de Exactas e Ingeniería, que nos demuestran que es posible frenar el avance de estas políticas.

En Filo, se están dando los primeros pasos en la acreditación de tres carreras: Historia, Letras y Geografía. Esta reforma viene impulsada por nuestro decano, Trinchero. La vicedecana Ana María Zubieta junto a Graciela Morgade, Secretaria Académica de la facultad, vienen participando de las reuniones con las autoridades de las facultades de Humanidades y Educación del país en las que acordaron acreditar títulos y carreras del profesorado universitario en la CoNEAU. Al mismo tiempo, cuentan con el aval tanto del rectorado, como del Ministerio de Educación de la Nación.

Este año tenemos por delante la lucha para enfrentar a la CoNEAU. Con la lucha del año pasado que se enmarcó dentro del estudiantazo, logramos el compromiso de la construcción del edificio en el predio del estacionamiento. Quedó trazado el camino por el cual los estudiantes podemos avanzar, con la unidad y el protagonismo de todos.

Y en este camino los estudiantes tenemos que dar pelea en todos los terrenos: en la lucha por las condiciones de estudio, por la democratización, y también por los contenidos que estudiamos. En Filo, en los últimos años, hemos dado una fuerte batalla contra el pensamiento único, logrando la apertura en el 2004 de la cátedra paralela de Historia Social General. También, la revista Desde el Pie nos ha permitido poner en debate los contenidos de nuestras carreras. El viaje a Chaco, por su parte, nos posibilitó vincular lo que estudiamos a las necesidades populares.

Es así que a esa Universidad de los monopolios y el imperialismo, le oponemos la Universidad del pueblo liberado, "la Universidad que en su estructura, contenido y composición tenga una sola meta, la de contribuir al desarrollo de una sociedad popular sin dependencia extranjera ni minorías usufructuarias".