En el 2011, sigamos por el camino del Estudiantazo
CON LA LUCHA ESTUDIANTIL,
UNIENDO FUERZAS
Por las necesidades estudiantiles y populares, para enfrentar la política educativa del Gobierno Nacional y de Macri en la Ciudad, para romper la polarización entre los K y la derecha opositora, en el camino de la liberación nacional y social.
Por el camino del Estudiantazo
El año pasado estalló el Estudiantazo. Miles de estudiantes secundarios, de la UBA, terciarios y el IUNA nos movilizamos en defensa de la educación pública, enfrentando la política educativa del Gobierno Nacional, de Macri en la Ciudad y de los decanos y rectores que impulsan el ajuste.
Este año, nos entusiasmamos con la enorme rebelión de los pueblos árabes contra gobiernos antipopulares y proimperialistas, como en Túnez, Egipto y Libia. Ahora las mismas potencias imperialistas que durante años sostuvieron a Gobiernos como el de Khadafi bombardean Libia para imponer “su” orden en Medio Oriente, buscando montarse sobre una lucha justa. En esos países la juventud está a la cabeza de una lucha que conmueve al mundo y que alienta la unidad de los pueblos oprimidos contra el imperialismo y sus socios locales.
También en América Latina crecen las luchas obreras, populares, campesinas y de los pueblos originarios para romper con siglos de opresión y dependencia. Y este año se cumplen 10 años del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre del 2001, cuando con el pueblo en las calles echamos al gobierno entreguista de De la Rua.
Un gran debate político
Con el Argentinazo emergió en nuestro país una juventud que cuestiona las instituciones del Estado, que busca tomar en sus manos la solución de sus problemas, que no se conforma con esta realidad y sale a las calles para cambiarla, como se vio con el Estudiantazo. A su vez, hoy día en la juventud existe un gran debate político sobre la realidad argentina, sobre los caminos para que el pueblo avance y sobre el Gobierno Nacional de Cristina Kirchner.
El Gobierno fue tomando algunas medidas como la Asignación por Hijo, la Ley de Medios y los juicios a algunos de los genocidas de la Dictadura. Estas son el producto de años de lucha del campo popular y de la conmoción que significó el Argentinazo, y a su vez son parte de la disputa que libra el kirchnerismo por la hegemonía dentro de las clases dominantes, desplazando a la Clarín o la Sociedad Rural, usando a su favor el profundo odio popular hacia estos sectores.
Pero lejos de impulsar una política en función de los intereses 'nacionales y populares', en estos años este Gobierno afianzó un modelo agro-minero-exportador en el que creció la sojización, la concentración y extranjerización de la tierra y el saqueo de nuestros recursos naturales, con la minería a cielo abierto y con el petróleo en manos de grandes monopolios imperialistas. Al tiempo que pagó puntualmente la deuda externa ilegítima y fraudulenta. Critica a los yanquis, pero refuerza la alianza con otras potencias imperialistas, en particular con la potencia “emergente” del momento: China, en un esquema donde nosotros les exportamos materias primas (soja) e importamos productos industriales, mientras monopolios de ese país avanzan en ramas clave de la economía argentina (por ejemplo ya controlan Pan American y Oxy, 2 de las 4 petroleras más grandes del país).
De este modo, la política K no rompe con la dependencia sino que se cambian los beneficiarios de ese modelo de país dependiente, tanto internos como externos, armando un grupo de empresarios y terratenientes que intermedian esta dependencia.
Las políticas del Gobierno de Macri en la Ciudad y las posiciones de Duhalde, De Narváez, Alfonsín, Cobos, Carrió y otros políticos de la oposición del sistema, cada vez más a la derecha, muestran que lo que estos buscan es un recambio por arriba para ajustar y defender los intereses de los grupos de monopolios que representan.
Al mismo tiempo, con este modelo siguen sin solución las urgencias populares, como la salud, la educación y la vivienda, mientras la inflación crece día a día. Como salió a la luz a fines del año pasado con el asesinato de Mariano Ferreyra, los qom de Formosa y la represión en Villa Soldati. El asesinato de Mariano mostró que la tercerización y el trabajo en negro son una constante en la Argentina, y la alianza del Gobierno con los jerarcas sindicales, traidores y millonarios. El asesinato de los qom Roberto Lopez (de la CCC) y Mario Lopez mostró la Argentina latifundista y sojera de provincias como Formosa y la impunidad de gobernadores como el kirchnerista Insfrán. Y en Villa Soldati se vio la otra cara de la misma moneda: la sojización que expulsa a millones a las grandes ciudades, donde estalla la necesidad de vivienda y los de más abajo sólo encuentran como respuesta la xenofobia del macrismo y la represión de la Metropolitana y la Federal.
¿Y en la Universidad?
En la UBA los K están aliados al Rector Hallú, que mantiene a miles de docentes ad-honorem e impulsa el recorte, como en Arquitectura el año pasado, donde recortó 553 cargos docentes, que fueron recuperados gracias a la lucha estudiantil y docente. Se mantiene el filtro-CBC, que deja afuera de la Universidad a miles de estudiantes, y donde hacen enormes negociados cobrando sobreprecios con los materiales de estudio a través de Eudeba y los locales privados.
La Facultad de Económicas recibe partidas para un edificio nuevo, mientras Medicina sigue sin gas, en Filo se reclama hace años un nuevo edificio en el estacionamiento y Sociales tuvo que tomar la facultad 45 días para conseguir algún avance en la construcción de un edificio único que esperan desde hace 10 años. Los problemas edilicios se reproducen en los colegios secundarios, en el IUNA y los terciarios.
La lucha en Exactas e Ingeniería enfrentó a la Coneau y la Ley de Educación Superior menemista, pilares de un proyecto de Universidad acorde a un modelo de país dependiente, con una educación mercantilizada y convenios con los monopolios. Desde hace 7 años que el Gobierno K mantiene vigente la LES, en este tiempo es cuando más carreras fueron acreditadas y se chantajea a las Facultades exigiendo reformas de planes de estudio a cambio de partidas presupuestarias especiales. Con el ejemplo de los estudiantes de Exactas e Ingeniería tenemos que frenar a la CoNEAU en toda la UBA.
Unir fuerzas
Este año va a estar teñido por las elecciones nacionales y se va a dar un gran debate político en el movimiento estudiantil. El Gobierno K plantea que son “ellos o la derecha”. Para romper con esta polaridad es imprescindible que las fuerzas populares y antiimperialistas confluyamos en las luchas y en acuerdos políticos y programáticos para desplegar un proyecto de país distinto que permita romper con la dependencia y resolver las necesidades populares.
Los estudiantes y las agrupaciones estudiantiles que fuimos parte del Estudiantazo podemos contribuir a ese reagrupamiento de fuerzas desde nuestro lugar. Por eso es que desde La Corriente-CEPA convocamos a las fuerzas estudiantiles con las que venimos confluyendo en las calles, en los Centros de Estudiantes y la FUBA, como Proyecto Sur, el MST, Libres del Sur, PO, La Mella, Izquierda Socialista y otras agrupaciones, a profundizar y ampliar la unidad.
Para empujar la lucha por las necesidades estudiantiles y populares, para enfrentar la política educativa del Gobierno Nacional y de Macri en la Ciudad, del Rectorado de la UBA, por el camino del Estudiantazo. Por más presupuesto y democratización, contra la CoNEAU y el filtro del CBC, los fondos de la minería contaminante y la persecución a los estudiantes que luchan.
Y para contribuir, desde la lucha estudiantil, a que crezca en la Argentina un reagrupamiento de fuerzas que pueda incidir en la situación política y mostrar otro rumbo para nuestro país. Para romper con la dependencia y para romper el chantaje entre los K y la derecha opositora, en el camino de la liberación nacional y social.